13 marzo 2007

Estrella Invitada 2 : Clépsida

Este es mi segundo relato de estrella invitada ¿ Que es una estrella invitada? Es una idea copiada del blog de Lanarch (Piratas de peluche) que a su vez lo anaroseó del blog de LorzaGirl . La idea consiste en que alguien no habitual del blog escriba una lineas en el mismo. En esta ocasión es un amigo mio que bajo el seudonimo de Clepsida ha escrito la siguiente historia policiaca, juzgad vosotros su calidad:


TRES CANTOS

En el quinto piso se oían voces, chillidos y golpes, otra vez los nuevos vecinos discutían. El estaba borracho, ella algo drogada. “¡¡Te voy a matar, zorra!! ¡¡Donde esta, donde se ha metido!!! ¡¡¡Se que te estas tirando a mi hermano!!! ¡¡¡Donde!!! ¡¡¡Donde!!!” –gritaba enfurecido.
Había llegado a casa antes de tiempo y se había encontrado lo inevitable, su mujer semidesnuda y un ambiente sexual que se palpaba… y se olía.
Ella corre por la casa y el la insulta, se empiezan a tirar todo tipo de objetos… el florero, la cajas de los cd´s, libros… hasta que ella llega a la cocina, el detrás con un retrato dispuesto a hacerlo volar… ella con una sartén…. El ya no tiene nada, el retrato impacta contra su cabeza. Cae fulminada, en su cabeza una brecha del tamaño de un dedo, el reacciona, la sujeta en sus brazos y la quita el retrato incrustado: “¡¡No!! ¡¡No!!”, corre hacia la ventana y se asoma: “¡¡¡Una ambulancia!!! ¡¡¡Socorro, una ambulancia!!!” –Grita desesperado.

Un par de pisos mas abajo un vecino grita: “¡¡¡Ya hemos llamado a la policía!!!,¡¡¡Esta vez te enchironan, desgraciado!!!”
Las luces de la ambulancia se veían al fondo… en su bolsillo, una orden de alejamiento firmada por el juez, en su cabeza… el suicidio.

Alberto, “el Largo”, para sus amigos, salía del portal con prisas, se había entretenido demasiado y estaba furioso por ello, al doblar la esquina, vio a una mujer que salía de un callejón oscuro, detrás, un Ford Mondeo con un cincuentón más que contento. Se acerco a ella, eran las 23:15 y ya no había nadie por la calle. La agarró del brazo fuertemente y la llevó hacia el callejón. “¡¡¡A trabajar Puta!!!” –decía mientras la arrodillaba delante de el. “No, majo, no, ya he trabajado suficiente por hoy”. –Contestó.
El Largo, no daba crédito, y sin mediar palabra la empezó a abofetear… “¡¡¡Ya veras como va a ser por las buenas o por las malas!!!” Susurraba mientras la arrancaba la falda. Ella se resistía, movía las piernas y le intentaba clavar los tacones, la mano del Largo en su boca la impedía gritar, así que apretó bien las mandíbulas hasta desgarrar la carne de su agresor. “¡¡Ahh!!” –Grito el Largo, “¡¡¡Puta, puta no eres más que una vulgar puta!!!”, y sacó de su bolsillo trasero una navaja que apresuro a abrir y clavar en el cuello de la muchacha.
“No eres la primera, ni serás la última, Zorra”. Después de acabar el trabajo camino por la calle como si nada sucediera.

Tres coches de policía perseguían al Focus negro. Dos gasolineras y una tienda de 24 horas habían sido su recaudación del día, pero esta vez algo salió mal, debería haber matado al chino de la tienda como era de costumbre, un trabajo chapucero que le había servido para que media comisaría le persiguiera por el barrio. Eran calles estrechas y más bien oscuras, no era un buen barrio y eso lo sabía todo el mundo. El conductor, un inmigrante sin papeles cuyo único delito fue el de meterse en un focus abierto enfrente de una tienda de chinos y salir asustado cuando escuchó disparos. Había que salir de ahí como fuera, el no había hecho nada pero nadie le creería. Por detrás, el coche perseguidor, lo conducía el mismísimo sargento, acompañado por uno de los mejores tiradores y comedores de donuts de la ciudad. “Apunta a las ruedas, ¡¡¡a ver si cae ese cabrón!!!” –Dijo el sargento.
Inmediatamente el hombre de los donuts, sacó medio cuerpo por la ventanilla, apuntó, se tomó su tiempo y disparó, pero el no había forma de hacer estallar alguna rueda.
El focus aceleraba, el final de la calle estaba cerca, y con ella una salida hacia una autovía. El inmigrante, empezaba a ver la salvación ante la incompetencia policial, redució a cuarta para disponerse a girar cuando una bala acertó reventó su rueda.La policía vio como el coche empezó a zizzagear hasta que se empotró contra la pared.Todos bajaron apuntando con sus armas al coche destrozado, pero era demasiado tarde, el inmigrante había muerto del golpe y la ambulancia que se acercaba no tenia nada que hacer.

Fue entonces cuando el sargento escucho gritos desde un piso alto… “¡¡¡Socorro, Socorro mi mujer está sangrando!!!,¡¡¡ Socorro!!!”.
Al momento el sargento mando a dos médicos al quinto piso para que atendieran a la mujer herida, según se acercaban al portal, un caminante que salía de un callejón con la mano ensangrentada pedía ayuda.

El informe del sargento reflejo lo siguiente:

“ la noche de domingo 27-01-2007 perseguimos a uno de los asesinos mas buscados de la ciudad, al final de la persecución, el coche se empotró contra una pared muriendo instantáneamente el conductor, a su vez un hombre que en declaraciones posteriores apunto que su mujer al ir a la cocina, un resbalón la hizo caer y darse con el pico de la encimera en la cabeza, pedía auxilio para la misma, mandando dos médicos para atenderla. Por otra parte un valiente hombre que salía de un callejón, casualmente el hermano del que gritaba desde el quinto piso, nos contaba como alguien estaba violando a una prostituta, en su defensa, fue agredido y como consecuencia tenia la mano sangrante”

El sargento pensó al acabar de escribir esto: “Menos mal que por lo menos ha muerto el hijo puta ese…ahora las gasolineras

…ahora las gasolineras están a salvo…je je je”. ".



Clepsida